Trekking del Baltoro. Pakistán y la llamada del vacío
Felipe Gomez
Hay rutas que se hacen por la foto. Otras, por el reto. Y luego están las que no sabes por qué haces… hasta que las terminas. Así es el Trekking del Baltoro, en Pakistán. Una caminata que no solo te lleva al corazón del Karakórum, sino también al borde de ti.
El trekking del Baltoro: Una travesía en mayúsculas
No es una ruta fácil. Ni corta. Ni cómoda.
Pero es real. Brutal. Inmensa. Casi sagrada.
El Trekking del Baltoro atraviesa el glaciar del mismo nombre, en uno de los rincones más salvajes del planeta. Estamos hablando de Pakistán, sí. Pero también del camino hacia el K2, la segunda montaña más alta del mundo.
Y aunque no se sube el K2, se camina hasta sentirlo muy cerca. Tan cerca que impone. Que emociona.
Por qué hacer trekking en Pakistán (y no en otro lugar)
Pakistán no está de moda. Y quizá por eso enamora.
Aquí no hay masificaciones ni selfies en cada esquina. Hay polvo, roca, glaciares y silencio. Mucho silencio. Y personas que te ofrecen chai con una sonrisa que desarma.
Hacer trekking en Pakistán es aceptar que el viaje empieza mucho antes del primer paso. Empieza con los prejuicios. Con el miedo. Con la decisión de ir donde pocos van.
Trekking del Baltoro: Lo que te espera
Más de 100 kilómetros de travesía en alta montaña.
Campamentos bajo cielos estrellados.
Vistas al Broad Peak, Gasherbrum I y II, y el mismísimo K2.
Glaciares, collados, valles y un viento que parece hablar.
Pies cansados. Y un alma despierta.
No es una ruta cualquiera. Es una peregrinación moderna hacia lo salvaje.
Etapas del trekking del Baltoro: Paso a paso por el Karakórum
La aventura comienza en Skardu, tras un vuelo que ya es una sacudida emocional. Desde ahí, el viaje hacia Askole —última aldea accesible por carretera— marca el verdadero inicio del camino.
Día 1-2: Askole – Paiju
Comienzo suave, entre polvo, calor y los primeros paisajes áridos. Te preguntas si de verdad vale la pena. (Spoiler: sí).
Día 3: Paiju – Urdukas
La cosa se pone seria. Entras en el glaciar Baltoro. Piedras, hielo y silencio. Un nuevo mundo.
Día 4: Urdukas – Goro II
El Karakórum te va comiendo el ego. Ya no hay árboles. Solo viento, hielo, y tú, pequeño.
Día 5: Goro II – Concordia
Aquí se acaban las palabras. Concordia es el cruce de gigantes. El lugar donde el mundo se detiene y tú respiras con la boca abierta.
Día 6-7: Concordia – K2 Base Camp (ida y vuelta)
La guinda. El campo base del K2 está ahí, esperándote. No hay épica. Hay otra cosa: una calma inexplicable.
Día 8-10: Regreso por el mismo camino
Y sí, todo lo que viste, ahora lo ves distinto. Porque tú ya no eres el mismo.
Cómo preparar el Trekking del Baltoro en Pakistán
No basta con querer. Hay que prepararse. Este trekking en Pakistán requiere fondo físico, sí. Pero sobre todo mental.
Hay días duros. Hay noches frías. Y hay momentos en los que dudas. Pero luego sale el sol, y el K2 se asoma, y todo cobra sentido.
Qué llevar al Trekking del Baltoro
Mochila pequeña para el día (el resto lo lleva un porteador).
Botas ya domadas.
Saco de dormir potente.
Ropa técnica de alta montaña.
Gafas, crema solar y bastones.
Una libreta. Porque esto hay que escribirlo.
Consejo: viajar con una agencia local o especializada es fundamental. La logística es compleja, y se necesita permiso del gobierno pakistaní.
Caminamos contigo hacia el K2
Si has llegado hasta aquí, quizá lo sabes: este trekking es para ti.
No por lo fuerte que seas. Sino por lo abierto que estés.
Por eso, en viajesapie.com, organizamos este viaje con mimo. Con guías expertos, logística cuidada y grupos pequeños. Porque el Trekking del Baltoro no es un paquete turístico. Es un compromiso.
Reserva tu plaza con nosotros y atrévete a caminar donde casi nadie llega.
Lo que cambia después del trekking en Pakistán
Cuando vuelvas, nadie entenderá del todo lo que viste.
No sabrán lo que sentiste al ver el K2 entre las nubes.
Ni lo que se siente al dormir sobre el glaciar.
Pero tú sí.
Y eso basta.
El Trekking del Baltoro no se olvida
Podrás hacer muchas rutas después. Y todas te aportarán algo. Pero ninguna se parecerá a esta. Porque aquí no fuiste a desconectar. Fuiste a reconectarte.
Con el hielo. Con el polvo. Con lo esencial.
¿Nos vemos en Pakistán?
El Karakórum te espera. Y nosotros también.