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Filtering by Tag: literatura de montaña

Viajes de papel. Los Alpinistas de Stalin de Cédric Gras

Felipe Gomez

El escritor francés se sumerge en la URSS en una época en la que la montaña era más que alpinismo, era una forma de representar a toda una nación, a su pueblo e ideología por muy terrorífica que fuera. Cédric Gras conoce muy bien la realidad actual e histórica de la geografía donde se enmarca su relato; la biografía de los hermanos Abalákov, posiblemente los alpinistas más famosos de la época comunista de Rusia. Nacidos a principios del siglo XX Vital y Yevgueni, sobre todo Vitali que murió en 1986, vivieron uno de los periodos mas convulsos de la historia, en una situación de asilamiento y de bloques que los impidió salir de sus fronteras pero que los impulsó a la exploración de las cordilleras del Pamir y del Tian Shan.

La historia de los dos personajes es apasionante, las gélidas conquistas y los descubrimientos alpinos van de la mano de los hechos históricos que se estaban sucediendo en la URSS, muchos de ellos traumáticos como la época del Terror, los sótanos de la NKVD y los gulags. El propio Vitali sufrió estas purgas crueles y absurdas en sus acusaciones.

El montañismo era un deporte naciente, poco a poco y en honor al comunismo y a los padres de la Patria se van coronando los picos más altos como el Pico Stalin (actual Ismail Samani), el Lenin (actual Ibn Sina), el Khan Tengri o el pico de la Victoria (actual Pobeda / Jengish Chokusu). Todos por encima de los 7000m y sumados al Pico Korzhenevskaya conforman lo que hoy se conoce como el Leopardo de las Nieves, un premio para el conquistador o conquistadora de los picos más elevados de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

Portada del libro editado por Planeta en 2022

Las hazañas son memorables, temperaturas extremas, osadía de juventud, verdaderas campañas militares de conquista para homenajear y llevar el busto de Lenin hasta la cumbre. Pero el relato de Cédric va mucho mas allá de los hechos de los hermanos Abalakov como alpinistas y se sumerge en su biografía para reconstruir sus vidas y a través de ellas conocemos un poco mejor y desde otra perspectiva la historia de la URSS. Vitali y Yevgueni son parte de la historia del montañismo, de un montañismo que debido al telón de acero durante muchos años estuvo oculto. Con este relato alcanza su verdadero valor para todos aquellos que lo desconocíamos. Apasionante.

Viajes de papel. Las montañas de la mente de Robert Macfarlane

Felipe Gomez

Este ensayo nos persigue desde hace tiempo y por fin llegó a nosotros como regalo. Se trata, como dice la segunda parte del título, de la historia de una fascinación. De una atracción, a veces fatal, que los hombres y las mujeres han sentido desde siempre por las montañas. Trata, remontándose a los primeros que se adentraron en ellas y sumergiéndose en sus mentes, de buscar una explicación a esta fuerte atracción que nos hace abandonar las comodidades, enfrentarnos a peligros y exponernos incluso a la muerte.

El ensayo, editado en 2003, busca entre los pensamientos y las emociones de los pioneros. Como ha ido cambiando la precepción que tenemos de las montañas, desde una espacio aterrador, morada de monstruos y divinidades, a un paisaje sublime por conquistar y en el que jugar.

Portada de la edición de Random House en 2020

Sin salirse del mundo anglosajón y del británico en particular -muy masculino por otra parte- Robert nos acompaña, entremezclando sus propias experiencias, en el relato de la evolución en la forma de concebir estos espacios. Desde la aproximación científica a estos lugares geológicos de hielo y frío, que son un libro abierto de la historia de la Tierra, hasta la concepción artística y puramente deportiva de las cordilleras del planeta.

No es un relato al uso de las conquistas de las mas grandes o bellas montañas, es una búsqueda en la mente de los protagonistas. Por qué han existido y existen tantos personajes como Mallory, el único en el que Robert se detiene describiendo su relación con el Everest, que lo dejan todo por un paisaje inhóspito. Mallory dejó su vida después de tres expediciones británicas al tercer polo, el Everest, la montaña mas alta del planeta. Él representa el paradigma de lo que Robert busca con este ensayo. Pero no hay respuesta fija, son muchas, lo que si está claro es que las montañas ejercen un poder de fascinación que está más allá de reto personal, del ejercicio de superación o de las empresas nacionales de conquista de nuevos territorios. Quien sabe. Es la luz, el frío, la sensación primigenia de contacto con la Naturaleza, la grandeza de un paisaje que nos lleva al origen de la Tierra, donde todo es roca y hielo. Jugar en lo desconocido, compartirlo, contarlo. Quien sabe.

Viajes de papel. La estética del Polo Norte de Michel Onfray

Felipe Gomez

El filósofo francés Michel Onfray nos lleva hasta la tierra de los Inuit en un viaje pendiente con su padre. Un libro al que tal vez pueda ser difícil entrar pero que realmente es una pequeña joya. A nivel personal Michel presenta la relación con su padre, un trabajador del campo en Normandia, una persona dura, muy trabajadora y silenciosa que ha pasado la mayor parte de su vida al aire libre como agricultor. Michel cumple el deseo de su padre cuando este responde a la pregunta de a donde te gustaría viajar diciendo que al Polo Norte.

Entonces Onfray despliega todo su arte para describir de forma poética el duro entorno del Gran Norte. Partiendo de la geología, la realidad mineral que marca y define el paisaje de la tierra de los esquimales, va completando todas las piezas que componen el hábitat de este pueblo. El frío y el viento que marcan el clima, la luz y sus largos periodos de ausencia o presencia, así como el vasto espacio donde solo las culturas adaptadas desde tiempos lejanos pueden sobrevivir. Un pueblo que no mide el tiempo y que no tiene textos históricos porque duerme cuando es de noche o hace mal tiempo, sale a pescar o cazar cuando hay luz y hace bueno y mantiene viva su historia de forma oral, transmitiendo el saber de generación en generación.

Portada del libro editado por Gallo Negro

Una sociedad que fue quebrada por la conquista, desprovista de su lengua, evangelizada y sedentarizada de forma forzosa en unas anodinas aldeas prefabricadas. Una realidad con un duro porvenir en una tierra que habitaron desde siempre y que está siendo corrompida por las políticas extractivistas de Canadá y EEUU. Una historia que tristemente ya conocemos en otros muchos territorios. Así la nueva e impuesta sociedad, que vive de las subvenciones, está más pendiente de la TV y de la moda occidental que de volver a su pasado, porque este fue roto y aniquilado por lo que algunos llaman civilización.

El anclaje al mundo pasado que habitaba la vasta naturaleza del Polo Norte son las personas mayores, las que guardan memoria del inuit cuando este era libre, luchaba y convivía con un paisaje con una habilidad extraordinaria y protegido también por su panteón politeísta.

Para nosotros la novela se resume muy bien en el encuentro crucial entre el padre de Onfray y el guía de su viaje al Polo Norte, Pauloosie, también un anciano y respetado hombre en la comunidad Inuit. Sin poder hablar, comunicándose por ese silencio de la gente de campo, surge un entendimiento perfecto. Que harmoniza con el frío paisaje. Porque, tal vez, no todo tiene que ser dicho y así en la despedida de estos dos hombres “un simple apretón de manos, sin efusividad, sin petulancia, les sirvió seguramente, para intercambiar sus energías, para compartir su emoción”.

Viajes de papel. Escaladores de la libertad de Bernadette Mcdonald

Felipe Gomez

Intento espaciar la lectura de literatura de montaña, hay tantos grandes hechos realizados que han sido dignos de un texto que uno no sabe donde elegir. Muchas veces, eso si, la calidad de la actividad no está en consonancia con la calidad literaria y entonces uno se deja llevar por la pasión a las montañas para completar la lectura, otras ni aún así.

Si hay una épica en la montaña y en la aventura en general esta está en el Himalaya, en la conquista de los ochomiles. Si encima es en invierno, por vías nuevas y protagonizada por un grupo de alpinistas con pocos recursos, entonces la historia ya la tenemos. Si es contada por una escritora que le pone orden, ritmo y una perspectiva más completa que solo la del protagonista, que es la que solemos tener en estos relatos, el resultado es un gran libro de montañas. Esto es lo que es Escaladores de la libertad, la Edad de Oro del himalayismo polaco.

Portada del libro de la editorial Desnivel

Portada del libro de la editorial Desnivel

Tal vez por su gran entrenamiento en los Tatras y el Hindu Kush, por la búsqueda de otra forma de vida fuera de la Polonia de Posguerra, por el afán de superación como nación o por coincidencias de la Historia, el caso es que durante los años 70, 80 y 90 hubo una generación de alpinistas polacos que destacó y puso las bases del Himalayismo moderno.

La historia Bernadette la cuenta muy bien y nos vamos haciendo una idea de lo que significo para esta generación vivir en la Polonia comunista y la sensación de libertad que encontraron en su actividad escaladora. Conoceremos la trayectoria de las expediciones mas significativas y de los protagonistas más relevantes: Jery Kukuczka, Voytek Kurtyka, Wanda Rutkiewicz, Krysztof Wielicki, Andrezej Zawada y Arthur Hajzer. Su fortaleza inquebrantable, sus hazañas épicas en la zona de la muerte, donde el aire está enrarecido y los esfuerzos son enormes, bajas temperaturas, vientos y nieblas amenazantes y vivacs imposibles. Si sabes algo de alpinismo muchos episodios te parecerán mentira, sino también. Sin embargo son reales y fueron realizados por los protagonistas del relato.

Bernadette, gracias un completo estudio en el que realizó muchas conversaciones y entrevistas con los protagonistas, incluye un punto de visión original, intenta saber que había en la cabeza de este grupo de alpinistas que de una forma fulgurante apareció en la escena del Himalayismo, primero para medirse con los mejores y saldar las deudas históricas de Polonia en la conquista de las grandes cumbres, y después para ponerse al frente de este deporte. Que pasiones, que soledades y familias soportaban su tesón, que fuerzas y que miedos les movieron para exponerse al máximo, para dedicar su vida a los paisajes y las cumbres más altas de la tierra. Dedicarla en un contaste baile con la muerte.

Viajes a de papel. Alpinismo de Isaac Puente

Felipe Gomez

Este delicioso librito fue escrito en 1925 por Isaac Puente, un médico anarquista de la montaña alavesa. Nacido en el seno de una familia tradicional fue un gran defensor de las libertades y de la Naturaleza como camino hacía ellas. Médico trabajador, fue un hombre de ideas avanzadas para una época donde el analfabetismo y la educación religiosa mantenían a raya a una sociedad muchas veces atenazada. Quiso promulgar, a través de este pequeño tratado, que la “incultura física” también es un mal de la sociedad, que la mejor de la inmunidad se conseguía mediante una adecuada nutrición, ejercicio, higiene, salubridad en las viviendas… tal como nos cuenta su nieto en la sentida introducción del libro.

Este pequeño elogio del alpinismo de mediados del siglo pasado alaba las virtudes del ejercicio al aire libre, del trabajo físico a más altitud, del placer de la ascensión, de la alegría y satisfacción del regreso, de los efectos beneficiosos sobre nuestro organismo donde también “las funciones intelectuales son estimuladas. El pensamiento (la actividad tan temida por los que huyen de su vida interior) baraja sin cesar las fichas del recuerdo, construyendo las facetas de la Personalidad”.

Portada del libro editado por Piedra Papel Libros en 2019

Portada del libro editado por Piedra Papel Libros en 2019

Isaac Puente fue, en cierta manera, un adelantado a su tiempo, fue trabajador y amante de las cosas bellas, un gran médico que convencido de sus ideas educó a sus hijas en casa hasta los diez años para evitar la educación de la época. Muestra de ello es también este escrito donde expone el deporte del alpinismo, en esos años entendido como el deporte de ascender montañas no como en la actualidad donde ya es una disciplina especializada, como gran valedor para la salud y formación de las personas, tanto física como mental. Bravo.

El libro fue editado en 2019 por Piedra Papel Libros, “una pequeña editorial independiente; independiente en el sentido de que no depende de ningún sello editorial ni grupo de empresas. No tenemos la intención de sobrevivir en el desierto con la ayuda de las instituciones ni vegetar bajo el subsuelo de la industria cultural, sino hacerlo fértil.”

  • Isaac Puente. Alpinismo. Piedra Papel Libros. Jaen 2019

Viajes de papel. El Ogro de Doug Scott

Felipe Gomez

Doug Scott es uno de los principales protagonistas del himalayismo de los años 60, 70 y 80. Conocido y admirado principalmente por la arista norte del Kangchenjunga, la SO del Everest y las aperturas del Sivling y El Ogro. Pero realmente es la aventura de esta última montaña en Pakistán la que es mas recordada en el acerbo montañero, debido fundamentalmente a su heroico descenso.

El escalador británico escribe cuarenta años después (1977-2017) una merecida obra en honor a esta montaña del Karakorum que cuenta con la fama, incluso hoy en día, de ser una de las montañas más difíciles del planeta, hasta el momento con solo dos repeticiones.

La portada del libro en su edición inglesa

La portada del libro en su edición inglesa

Scott ambienta muy bien todo el contexto de exploración anterior a su escalada. Agradece en gran medida a todas las personas que poco a poco fueron acercando estos territorios tan inhóspitos al deporte del alpinismo. Su enfoque es muy completo. Una descripción geográfica del entono del Karakorum antecede a la descripción de todas las expediciones que le precedieron haciendo principal hincapié en aquellas que tuvieron lugar bajo el auspicio de la Compañía de Indias primero y de la Corona británica después. Era una época de Imperialismo, The Great Game, donde las principales potencias (Gran Bretaña, Francia y Rusia fundamentalmente) pugnaban por los lejanos territorios del Asia Central. En su afán por cartografiar, con fines militares, el territorio que hasta entonces estaba vacío para los extranjeros que poco a poco se van descubriendo las maravillosas cumbres y glaciares de Karakorum. A medida que el conocimiento sobre el territorio aumenta aparecen grandes tesoros para los nuevos visitantes de la región, los alpinistas que después de terminar con su territorio de juego en los Alpes se lanzan a la conquista de las montañas más altas del planeta. Una de estas joyas es el Baintha Brakk, comúnmente conocido como el Ogro. Una montaña aparentemente inexpugnable de 7285 m de altitud.

Después de presentar a un equipo muy potente de alpinistas con gran experiencia en la escalda de roca en grandes paredes y en montañas de gran altitud: Clive Rowland, Mo Anthonie, Tut Braithwaite, Nick Estcourt y Chris Bonington, el autor se mete de lleno en la descripción de la expedición que logró hollar por primer vez la cima oeste y la cima principal del temido Ogro.

Doug Scott descendiendo de rodillas de la cima del Ogro. Foto: Libro de Desnivel

Doug Scott descendiendo de rodillas de la cima del Ogro. Foto: Libro de Desnivel

De forma amena y viva Scott narra, ya con los puntos de vista de todos los participantes contrastados, aquellos días de exploración y conquista que terminaron con una de los descensos más épicos y relatados de la historia del himalayismo. El descenso de Scott, de rodillas debido a sus lesiones de las piernas tras una caída, y de Bonington, con las costillas fracturadas y una neumonía, ayudados por Clive y Mo se relata con un tono ameno y ligero. Aún no eran conscientes del éxito de haber superado una de las mayores dificultades jamás realizada, durante los últimos largos a la torre cimera, en la escalada en roca en altitud (los primeros repetidores en el año 2001 dieron fe de ello).

  • Doug Scott. El Ogro. Ediciones Desnivel 2017

Viajes de papel. El duque de los Abruzzos, vida de un explorador. Mirella Tenderini y Michael Shandirck

Felipe Gomez

Se dice que una gitana leyó el provenir de Louis de Saboya cuando tenía diez años, un día que paseaba por las afueras de Turín: "algún día te sentarás en un trono, y tu padre te dará por esposa la reina más bella del mundo" le dijo, a lo que el joven contestó "¡fuoco de San Antonio! ¿Y tú qué sabes? Yo voy a ser marinero, navegaré por todos los mares y me casaré con quien quiera.

Lo primero lo consiguió con creces, lo segundo ya es otra historia que conoceremos con la lectura de esta original biografía escrita por la italiana Mirella Tenderini y el canadiense Michael Shandrick. Los autores, sin conocerse y de forma epistolar, han tejido una completa historia, muy bien documentada, de uno de los exploradores más ejemplares de finales del siglo XIX y principios del XX. El magnífico caballero en palabras de Walter Bonatti.

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Luis Amedeo José María Fernando Francisco de Saboya-Aosta nación en Madrid en el año 1873 cuando su padre, Amadeo I, hijo del rey de Italia, ocupaba el trono español después de que la revolución de 1868 depusiera a Isabel II. En este ambiente de realeza y de final de los antiguos regímenes se movió nuestro personaje. Vinculado a la montaña desde muy pequeño llego  escalar muchas cimas de los Alpes, acompañado de algunos de los mejores guías y alpinistas de la época, como el mismo Mummery que le llevo a la cima del Cervino. Entre algunas de las virtudes del Duque, aparte de lo meticuloso y apasionado por sus proyectos, fue tener una buena intuición para elegir las personas que lo acompañarían en sus viajes y expediciones. Pertigax, Cagni, Vittorio Sella (que retrato sus expediciones en magníficas fotos)...entre otros formaron un grupo exitoso para las numerosas aventuras que les planteó el Duque.

Escultura de Petigax en Courmayeur, frente a la Casa de los Guías. Foto: FGZ

Escultura de Petigax en Courmayeur, frente a la Casa de los Guías. Foto: FGZ

Una vida vinculada a la marina italiana y a la aventura le llevó a organizar y protagonizar algunas de las mayores hazañas de la exploración moderna: Ascensión al Monte Elías, Una expedición al Polo Norte con record de latitud norte, la exploración del Ruwenzori, Expedición al K2, exploración del río Uebei-Shebeli en Eritrea. Todo recubierto de un halo de caballerosidad y elegancia únicas de un hombre que representaba una clase social que estaba en crisis. Su relación con una millonaria americana, su participación como almirante de la Marina en la Primera Guerra Mundial, su pasión por las regatas e incluso por las primeras carreras de coches, su vida como empresario y agricultor utópico en Somalia...

Una trayectoria vital enérgica y admirada por muchos, no en vano ha sido fuente de inspiración para autores como Huggo Pratt, programas como Al Filo de la Imposible o grandes alpinistas y viajeros como Walter Bonatti.

Fotografía del Karakorum de Vittorio Sella

Fotografía del Karakorum de Vittorio Sella


  • Mirella Tenderini y Michael Shandrick. El Duque de los Abruzzos. Vida de un explorador. Desnievel 2001

Viajes de papel. Historias de bellas montañas de Ramón Portilla.

Felipe Gomez

El significado de estos post de viajes de papel está en el hecho de poder conocer lugares y vivir las aventuras que otras personas tuvieron la fortuna, o la desgracia a veces, de buscar y encontrar. Poder, en la comodidad de nuestro sofá, revivirlas y al mismo tiempo alimentar las nuestras propias.

Ramón Portilla, en su último libro, es un perfecto exponente de este arte de viajar leyendo. Historias de bellas montañas, editado por Desnivel, empieza con un capítulo llamado Me gustan los libros, donde reconoce su pasión por ellos como un elemento inspirador y de ensoñación. Acumula muchos, tantos como expediciones y vivencias, tantos que está esperando, según él nos cuenta, a que sus rodillas no aguanten más para acabar de leerlos frente a la chimenea, acompañado de una buena copa de vino.

La Biblioteca de Ramón.

La Biblioteca de Ramón.

Es toda una declaración. Nos encontramos ante un libro de aventuras, más que ante el relato de simples actividades deportivas en la montaña. Portilla deja ver en este libro, y en el anterior de Las Siete Cumbres, que él es un viajero, un montañero apasionado que se inspira en las obras de los que le precedieron y en sus propios sueños. Por eso conquistó las siete cumbres más altas de la Tierra, porque detrás había un trasfondo romántico que solo los aventureros saben encontrar. Por eso le hubiera gustado lucir en su chaqueta la insignia del Leopardo de las Nieves ("como conquistador de los picos más altos de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas) no para fanfarronear de ello (o si, pero solamente delante de sus amigos Juanjo y Sebas) sino porque detrás hay una historia, una pasión, algo misterioso.

Por eso, por ser un aventurero de barrio, por haber podido ser cordada de Corto Maltesse si este hubiera sido montañero en vez de marinero, Ramón escoge de entre todos sus recuerdos, como si de amantes de tratara, las historias de sus montañas más bellas. Todo un regalo viniendo de alguien que ha visto y ha oído hablar de tantas.

Portada del libro. Historia de bellas montañas de la Editorial Desnivel

Portada del libro. Historia de bellas montañas de la Editorial Desnivel

Así nos presenta de forma viva, mezclando la historia de las primeras conquistas con sus propias peripecias, montañas desde el Viejo Continente europeo a las lejanas cordilleras del Himalaya o el Thien Shan, los Andes o el Monte Kenia. Conocemos paisaje y nos emocionamos en saber todo lo que hay detrás y que convierte al alpinismo, o así debería entenderse, en algo que va mucho más allá del deporte. Por eso Ramón puede disfrutar de la misma manera coronando alguna de sus hermosas montañas que de la estampa de la caravana de camellos que acarrea su material, a través del Xinjiang chino, hasta la cara norte del K2.

Es un relato emocionante para las personas aficionadas a la montaña, para los viajeros y las viajeras que también disfrutan con las aventuras de papel. Es el camino de toda una vida de pasiones donde la gente que le acompaña es igual o más importante que el paisaje recorrido.

Una historia de amistad y de amor por las montañas donde el autor sobrevive y regresa para sentarse, para escribir y trasmitir el porqué de esta selección, porque estas montañas y no otras. Tal vez no pueda hacerlo, así como es difícil saber porque nos enamoramos de alguien, lo que si hace es hacernos disfrutar con su vida aventurera. Una vida de montañas donde muchas veces la preparación de mapas y lecturas previas, la expedición y la compañía fueron más gratificantes que la conquista en sí.

Bibliografía